Y además :
Claro que a veces cuando se trabaja:
Señor, que cada día sea capaz de sonreír y hacer sonreír a mi prójimo, que mis palabras sean dulces y calmadas, mi mirada sea hacia donde mi prójimo necesite y mis oídos escuchen, sepan entender y ayudar a quien lo necesita en TU NOMBRE.
Pobre Juan Pérez, y cuantas veces lo somos. Aunque como bien dices, es mejor si le ponemos una sonrisa.
ResponderEliminarsaludos!